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El incentivar a leer no siempre es una tarea fácil, pues dispone de argumentos y señales para crear un ambiente para la lectura. En este sentido una acción que debiese estar siempre al comenzar el proceso lector es la imitación, acción por la cual se incentiva el aprendizaje, en este sentido un niño que ve leer a un adulto se vera con la curiosidad de imitar sus acciones. La lectura debiese ser un proceso mediado por el cual el niño tome acciones ante de la lectura tales como:
Interacción con libros, revistas u otro elemento letrado y con imágenes.
Seguimiento de los distintos elementos en un texto ya sea imágenes en una primera instancia hasta llegar a realizar un escaneo visual de letras, palabras aunque en una primera instancia no tenga idea de su significado. En este sentido el niño hará de manera indirecta practica de movimientos sacadicos, fijaciones y reconocimiento de patrones visuales.
Seguir oralmente los relatos leídos por un adulto, de tal manera pueda ir teniendo retroalimentación continua a nivel auditivo, formando consigo desde los primeros años de vida un almacén fonético importante que más adelante se ira entrelazando en la relación fonema-grafema.
Estos son algunas acciones que se pueden incentivar desde los primeros años de vida en las cuales la familia es fundamental para su logro, pues es en el hogar en donde debiese darse el primer encuentro con la lectura. Para esto es importante que se realice el acto de lectura y ademas que se converse sobre que se lee, este acto es muy motivador para un niño pues modela el acto de leer e incentiva el aprendizaje por curiosidad.
Rodrigo Frez Berríos educador diferencial especialista en dificultades de aprendizaje y discapacidad. Director de sindiscapacidad.
