Siendo la educación un aspecto importante en el desarrollo de una persona, se debe tener consciencia que nadie escapa a esto, incluso si estamos hablando de alguien con una dificultad de tipo visual, ya sea en el caso de una ceguera o un remanente visual bajo. Enfrentarse al entorno sin la posibilidad de contar íntegramente con la vía visual, supone tener experiencias que ayuden a la adquisición de conocimientos para la vida cotidiana, dentro de lo cual se adecue en primera instancia la bienvenida a este mundo desde la niñez .
Distintos son los escenarios en donde se dan las interacciones que permiten la creación de la estructura psicosocial de una persona, la familia como primera estructura que da cobijo emocional y físico, cumple un rol fundamental en esta tarea, los cuidados básicos y la satisfacción de las necesidades básicas son necesarios para un buen proceso en el tiempo. Entendiendo el concepto de “proceso” como la continuidad de sucesos que dan como resultado la incorporación de competencias para la vida, pasar de un estado en donde la prueba y el error son los elementos primarios de aprendizaje, para posteriormente llegar a un dominio de las funciones físicas y sociales no es tarea fácil, el no poder ver produce la necesidad de adecuar la educación en esa persona, con ello la incorporación a la escuela es un tema que marca un antes y un después. Las imágenes e iconos, enuncian algo de forma visual, dando sentido a la realidad que nos rodea, quien no pueda percibir esto se podría ver en desventaja, no obstante si este se interioriza con su medio y es capaz de aplicar ciertas adecuaciones en su forma de vida, será capaz de aprovechar todas sus capacidades. La integración de la vida escolar es un tema beneficioso, mas allá de los contenidos escolares obviamente siempre necesarios, se entregan además herramientas para cumplir las metas personales, de tipo social, afectivo o económico. No se debe ser prejuicioso con la educación, de una persona con dificultades visuales, ella es capaz de desarrollar muchas de las tareas que la escuela dispone, como puede ser el acceso al contenido, la lectura y escritura entre otras. Quizás la forma de enfrentarse con la información en una persona disminuida visualmente sea distinta, no quiere decir que esta sea incapaz de aprovechar el medio que la rodea. Las experiencias cada vez mas recurrentes en las escuelas demuestran que una persona con discapacidad visual, sea participe del proceso de la educación formal, logra beneficios a corto y largo plazo. El braille, bastón u otro elemento, son cosas que acompañan el acto educativo y cotidiano, sin embargo las verdaderas adaptaciones nacen tanto por un lado del entono próximo que rodea a la persona, como la aceptación de esta con sus dificultades, al momento de contar con estos dos elementos se podrá estar hablando de una educación inclusiva.
Rodrigo Frez Berríos educador diferencial especialista en dificultades de aprendizaje y discapacidad. Director de sindiscapacidad. |