El padecer una dificultad visual no implica ser sedentario y alejado de toda actividad corporal, pues se ve la necesidad de contar con un desarrollo motriz aun sin contar completamente con la información que otorga la ruta visual. El movilizarse por la calle o en el hogar, implica conocer nuestro cuerpo dentro de sus posibilidades como también las limitantes de este.
Es necesario contribuir en el desarrollo físico con actividades en la escuela o algún centro de rehabilitación según sea la edad de la persona y/o grado de discapacidad visual. Hay que tener en cuenta la necesidad que demanda el mundo actual para movilizarse en ciudades cada vez más sobre pobladas de barreras arquitectónicas. Una buena opción es practicar algún deporte adaptado con implementos especiales, véase como ejemplo jugar fútbol con un balón con cascabeles el cual otorga pistas audibles de su localización.Son múltiples los beneficios que logran las personas ciegas al cuidar la salud física, mas allá de un sentido puramente estético se incentiva la área social y la autonomía.
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