Detrás de unos lentes gruesos se encuentra una persona que muchas veces no acepta su apariencia al verse al espejo, siendo esto una situación que se da a cualquier edad de la vida.
Esto no es un factor menor en la estima de la persona que tiene que cargar con una visión demandante de la sociedad, en donde unos anteojos por ser de un diámetro mayor podrían causar su rechazo en varios aspectos de la vida. Si, bien la tecnología ha avanzado aún nos encontramos con lentes de alto índice que no pueden ser reducidos en su totalidad como uno quisiera que sucediera. Es por ello que la elección debe tener las consideraciones de estilo y diseño que la persona estime que mejor le queda.Retomando al tema de la estima la persona deberá tener un periodo para aceptar su imagen y con ello normalizar su vida social. Este aspecto no solo pasa por un tema de vanidad es incluso más complejo que afecta hasta la forma de socializar e incluirse a las actividades cotidianas.
Rodrigo Frez Berríos educador diferencial especialista en dificultades de aprendizaje y discapacidad.
Director de sindiscapacidad.